Dios escucha tu Oración

      La oración de Jabes

      Predicador: Lesbia García
      Fecha: 29/07/12

 

1 de Crónicas 4:9-10 
Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.
E invocó Jabes al Dios de Israel, diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió. 

Jabes fue más ilustre, el más prominente, porque oía la voz del Señor.El era ilustre entre su casa, entre sus hermanos. Somos diferentes, prominentes delante de Dios; en el nacimiento de Jabes hubo dolor, no nació en la mejor familia y tanto así que su madre lo marcó con su nombre (dolor y tristeza). Para que Dios oyera su oración tuvo que romper con su pasado. Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante. (Filipenses 3:13).

Tenemos que romper con nuestro pasado, ya qué, al no romper con nuestro pasados nunca creceremos en el Señor, nos estancamos, no avanzamos y por lo tanto no podemos ser ilustres; nos volvemos mediocres y conformistas. y Dios nos manda a avanzar y crecer más en él. Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. (Filipenses 3:14). Tenemos que  perdonar para que Dios nos pueda escuchar, necesitamos ser libres. Cuando un hombre rompe con su pasado puede alcanzar las bendiciones de Dios. Pedid y se os dará. Al orar debemos pedirle a Dios:


    1.Bendición: Es el favor de Dios, lo que enriquece y no entristece el alma. Dios nos bendice con toda bendición de lo alto.

   2. Ensancha mi territorio: Tu territorio, tu casa, tienes que impactar a tu familia, expandir tu territorio, tienes que sacrificarte. De lo que tenemos debemos dar a los demás, ensanchar tu territorio. Siendo hijos de Dios responsables, comprometidos, negarnos a nosotros mismos. Porque Dios da la visión y la provisión, porque es fiel. Dile a Dios ensancha mi territorio.   

     3. Que tu mano esté conmigo: Pedirle al Señor que:

• Siempre esté con nosotros. (Josué. 1:9)
• Nos dé la fortaleza. (Filipenses. 4:13)
• Su mano esté con nosotros. (Is. 41:10)

La manos del Señor significa: Fortaleza y Provisión. Dios te dará la fortaleza y su favor estará contigo en todo momento.

  

     4. Líbrame del mal: Ayúdame a salir en ¡Victoria! sobre todo aquello malo que viene a mi vida y si caigo tú me levantarás.  Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse;
Mas los impíos caerán en el mal.  (Proverbios 24:16). Guárdame de voltear mi mirada al pasado, para no volver atrás. Señor tú me darás la ¡Victoria! 

Jesucristo fue ilustre, venció la muerte y él te bendecirá.